miércoles, 15 de diciembre de 2010

Poca visibilidad a la distancia.

Muchas veces es así como se nos presenta el panorama. No sabemos que hacer y mucho menos cómo reaccionar a lo que se nos presente en el tiempo que dure esta densa niebla en nuestro parabrisas.¿Qué hacer? es la pregunta.

¿Cuál es la respuesta?

He ahi el encanto de la vida, el no haber un manual con las indicaciones de qué hacer en cada momento sino que somos nosotros quienes en el camino las vamos construyendo.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Con la agenda llena.

Antes de comenzar con esta entrada es conveniente mencionar que no soy adepto a alguna religión en  particular y que esto que escribo es mi forma de pensar más no es una especie de ofensa o critica hacia los demás.

En estas fechas en las que el año agoniza es cuando corremos hacia los centros religiosos y explayamos toda esa fe guardada durante tantos meses. Me pregunto yo si a Jesús y a La virgen de Guadalupe no les molestara esto, debe de ser tan extraño lo que ellos experimentan que no sé cómo exponerlo aqui. Tantos meses en los que lo delegamos de nuestra vida cotidiana, quiero decir que nos los visitamos, oramos y rezamos con tanta frecuencia, claro es que esto no regla y que hay excepciones, pero se llegan estas fechas y todos corremos a sus templos a llevarles serenata, a rezar, a pedir nuevas cosas y dar las gracias.

En alguna parte de la biblia se puede leer que solo nos acercamos al arbol cuando tiene frutos y creo que esto es muy cierto, no entiendo por qué esperar a que sea 12 de diciembre para ir a la villa, no entiendo por qué esperar a que sea navidad para recibir al niño Dios, no sé por qué solo en semana santa recordamos de manera más activa la muerte de Jesús en la cruz.

Es Dios tan benevolente con nosotros que eso no le importa y nos recibe plenos en sus brazos, en estas fechas con tantos nacimientos y tantas serenatas la virgen y el niño Jesús estan tan ocupados que se multiplican por miles para estar y escucharnos.